jueves, 8 de marzo de 2012

El asesino (2do capitulo)

Cuando cumplí 12 años, mi madre decidió hacerme fiesta en el colegio, rogué porque no fuera así, realmente los pocos niños con los que hablaba era porque me trataban mal. Nunca fui conversadora o sociable, además todos seguían el mandato de la reina abeja Amanda Bruni. Un gran trozo de un ponqué con crema rosada sirvieron en mi plato perfectamente decorado de minnie mouse. Nunca me gusto, siempre pensaba que era Mickey vestido de mujer intentando engañar a la sociedad femenina; todos gritaban, reían, mi madre se contaba chismes con algunas de las otras madres que habían asistido y fue allí cuando vi por la ventana de mi salón de clase como su cabello negro azabache medio largo se movía al ritmo del soplido del viento. Logre escabullirme entre las parlanchinas madres y mis púbertos compañeros y llegar cerca de él.

Aclare mi voz y pronuncie ---Realmente nunca he tenido la oportunidad de agradecerte lo que hiciste hace un año por mi--- baje la mirada.

----lo que hice por ti? ---- el se quedo pensando y volvió a hablar---HA!!! Tu eres Alice, te he visto cuando voy a pescar con mi padre, paso por tu casa…---

El se quedo callado cuando le extendí mi brazo pasándole el trozo de pastel que era para mí, el lo miro, lo tomo y dijo --- Me imagino que debo decir…Feliz cumpleaños… oH (mirando con risa el plato) Minnie mouse, ella me da escalofríos, pienso que es Mickey vestido de mujer---Yo solté una carcajada y luego me tape la boca avergonzada, el me miro con sus ojos café en leche, con una expresión casi celestial y dijo--- No tengo un regalo para ti!!! Además estoy castigado… la señora Collins dice que hablo mucho en clase y me saco del salón… pero prometo pasar por tu casa y dejarte algo---Mientras platicaba con Agustín pude percatarme que desde el salón de clases Amanda nos observaba y podía sentir sus pensamientos casi diabólicos de que yo estuviese hablando con el chico mas apuesto de la segundaria.

Puse un vaso de agua sobre la mesa vieja de madera.
---Es lo único que te puedo ofrecer, después de haberte hecho esperar mientras me ponía una ropa decente--- Le dije a este chico con el nombre que no me atrevía a pronunciar, mientras yo seguía picando la fruta. El corrió el vaso de agua lejos y dijo---No muchas gracias, estoy bien---el tomo la gorra y se dirigió a la salida de la cocina, se detuvo y hablo muy lentamente---tu...vives en esta casa…sola? Yo tenía...entendido que no vivía nadie…---No lo voltee a mirar y solo respondí---Estoy aquí desde ayer, era de mi abuela…te puedes ir por favor---Nunca  había escuchado ese tono de voz en mi, cortante y directa. Con el rabillo de mi ojo pude ver la cara de desconcierto que él hizo y se fue, yo clave el cuchillo en una manzana verde, como todo lo que rodeaba esta vieja casa y suspire.

Deseaba sentarme en medio del bosque y escribir, así que entre a la ducha y el agua helada empezó a recorrer todo mi cuerpo, cuando pasaba mis manos por mi piel, podía sentir las manos de aquel niño que me había salvado de morir congelada ese día, visualice con los ojos cerrados en mi pantalla mental el momento en que me arrastraba hasta tierra firme y un grito desgarrador solté---PORQUE!!!?--- mis lagrimas se confundieron con el agua de la ducha, porque todo me tenía que recordar a él, solo pedía escribir una historia, pero no que el hiciera parte más de mi historia real, cerré la llave y el agua desapareció como esa noche desaparecieron sus versos en mis oídos, me envolví en la toalla mientras mis dientes tropezaban entre ellos del frio, me mire al espejo, pude observar por primera vez en mucho tiempo como mis ojeras se estaban devorando mi rostro, como mis brazos envidiaban el grosor de las patas de mi cama, al menos pensaba que ellas si podían sostener mi peso durante las noches de eternos sueños. Mis manos taparon mi cara en signo de vergüenza ante la imagen que había en el espejo y también porque no quería ver esta alma delirante, entonces intente dar vuelta a la manija para salir del baño, pero me pude dar cuenta que estaba encerrada. Gaste mi máxima fuerza en menos de 3 segundos intentando abrirla, pero no podía hacer nada, estaba encerrada en este gran baño sin ventanas, en medio de una gran casona y en el centro de un bosque espeso y el frio comenzaba a entrar entre mis improvisados músculos.

Después de terminar de hablar de todo un poco con Agustín mientras el devoraba el pastel fui al baño, lave mis manos y me mire en el espejo con una gran sonrisa, ahora me sentía más cerca de esa personan que era mi musa, ahora sentía que en cualquier momento le podría entregar ese poema que había escrito con su nombre como título. Era el mejor cumpleaños. el mejor regalo del día era la sonrisa que él me había otorgado y mi sonrisa la borro las risas que provenían de afuera del baño, Amanda Bruni y sus amigas estaban afuera, corrí para salir de allí y me habían encerrado, gritaba y empujaba la gran puerta del baño, ya casi salíamos y quería verlo por última vez ese día.

---Te quedaste encerrada amiguita?--- Pude escuchar la voz de Amanda

---Sácame de aquí Amanda!!! PORFAVOR!!!--- le grite. pero todo quedo en silencio; mi madre se olvido de mi por estar hablando con sus amigas, y mis amigos, si les podía decir así, no sabían realmente quien cumplía años, todos celebraban mientras yo me quedaba dormida sentada en un desolado baño de colegio.

Podía sentir como mis débiles huesos se congelaban y mi espalda y cabeza estaban recostados contra la vieja puerta de madera la cual se estremeció con tres golpes, yo me asuste, me levante pronto del piso y pude verme en el espejo, mis labios estaban morados, había permanecido allí más o menos 2 horas. Mire hacia la puerta y estire mi brazo hasta que mi mano diera vuelta a la manija y la puerta se abrió, fuera del baño estaba Agustín mirándome extrañado con sus ojos azules oscuros y al ver que yo estaba a punto de desboronarme, me cargo entre sus brazos y me llevo hasta la cama,  me cubrió con mantas y cobijas.

---Que hacías encerrada en ese baño? Estas helada!!!--- el preocupado sobaba mis anoréxicos brazos para proporcionarles calor.

Yo lo mire y con mi voz totalmente débil le dije---Tú como entraste a la casa? Tú me encerraste?---

El me miro con cara de pocos amigos y dijo---Como se te ocurre!!! Encontré la puerta abierta---

Me puse la mano en mi frente y me dije a mi misma---Tonta!!! No puse los seguros después de que saliste, pero como se iba abrir sola?--- me senté en la cama, pues ya me sentía un poco mejor y le pregunte---Que hora es? Quiero ir al pueblo y luego ir al bosque a escribir.--- el se acerco a la ventana y mirando hacia afuera diciendo---Pronto será media día…te quiero hacer una pregunta---Lo mire mientras me ponía una blusa Gris en cuello V y el aun mirando hacia afuera dijo---Veo que eres una chica moderna y de ciudad, porque viniste a este lugar en medio del bosque, sola…de que huyes Alice?---Me acerque a él y asustada le pregunte---Como sabes mi nombre si no te lo he dicho?--- el lentamente se volteo a mirarme e invadió su azul profundo en el miel de mis ojos y sonrió de una forma encantadora y señalo la parte superior de mi laptop donde tenía una marquilla que decía: PROPIEDAD DE ALICE. Luego continuando con su encantadora sonrisa procedió a decir---a menos que seas una ladrona---después de 3 meses no sonreía y este extraño lo había logrado.

---A que viniste? Le pregunte y termine de ponerme mis tenis. El se sentó a mi lado, puso su mano cálida sobre mi hombro y dijo--- de que huyes?---Yo lo mire un poco arrogante y solo pude responder---De mis recuerdos!!! De la ciudad!!!--- y luego me invadió con más preguntas---Que vas almorzar? Iras caminando al pueblo?---y yo saliendo de mi habitación respondí--- No sé y… No se--- el me persiguió hasta la sala mientras yo empacaba mi laptop en mi mochila hippie y tras de esto salimos los dos de la casa le hice señas con mi mano despidiéndome.

---Nos vemos!!! Gracias y… por dónde vives? por si alguna cosa----le pregunte, el miro hacia la parte derecha de mi casa y señalo hacia allá.

---1.600 pasos después de ese árbol… parecen muchos pero realmente no---El termino de decir esto y yo lo mire con escalofríos, al saber que había contado los pasos de su casa a la mía. Me di vuelta y empecé a andar por el sendero que el auto de mi padre había recorrido.

Después de haber caminado mucho, estaba sentada en un pequeño bar donde servían comida rápida, miraba la carta intentando decidirme entre una pizza vegetariana o una ensalada de atún.

---te recomiendo las costillitas BBQ--- dijo un alto chico, de cuerpo notablemente trabajado y con un piercing en su ceja izquierda que combinaba con sus dos brillantes ojos negros y el continuo mientras se sentaba frente a mi--- O tal vez quieras pedir pechuga de…---Yo lo interrumpí con---Soy vegetariana--- el sonrió dejando ver sus dientes perfectamente blancos.

---Soy Dante, escuche que tu eres la que está viviendo en casa de la antigua señora, la que le decían la bruja; esto es un pueblo, todo el mundo sabe todo de todos (sonrió), cómo te llamas? --- pregunto mientras yo sentía su aroma, olía a naturaleza, a arboles, a madera, era un aroma fuerte pero no desagradable.

---Alice, me llamo Alice----respondí

---En que viniste desde allá hasta el pueblo?--- me pregunto

----caminando, no tengo auto, no quiero un auto---Le respondí mientras dejaba sobre la mesa la carta de comidas.

El rio incrédulo y en forma de burla hablo---No tienes un auto, estando allá metida? Deberías tenerlo, por seguridad…(Bajo su risa y se puso más serio) Mira Alice, en los últimos dos meses han encontrado 5 cadáveres de jóvenes… si jóvenes, chicas… en el bosque, sin querer asustarte varias cerca a la casa en la que estas… es mejor prevenir que curar… se dice que es un joven, que es un asesino, un joven, así como tu… o como yo---El termino de hablar y yo lo mire con mil preguntas en mi mente.

---Agustín…conoces a alguien llamado Agustín, que vive cerca a mi casa?--- Mientras pregunte el escribía algo en una servilleta.

---este es mi numero por si me necesitas, y… Agustín? No conozco a nadie con ese nombre y que viva cerca a esa casa? --- Yo me levante y Salí corriendo del lugar, visualice a unos 15 metros de mi un pequeño y viejo taxi y corrí hasta el.

Estaba frente a mi nuevo hogar, fácilmente viéndola por fuera cualquiera pagaría en un parque de diversiones por entrar a ella como casa embrujada o algo así. Le pague al taxista, me baje, espere que el taxi color negro desapareciera entre el sendero de arboles y grite: ---AGUSTIN!!! AGUSTIN!!! --- Mire hacia la parte derecha de mi casa, donde hace unos minutos Agustín había señalado que era su casa y grite hacia allá---AGUSTIN!!! ---mi grito débil se perdía con el cantar de los pájaros y la música de las ramas; respire profundamente, abrí mi mochila y vi mi laptop dentro y también vi la servilleta con el numero de móvil que me había dado Dante.

Entre a casa, saque mi teléfono de la mesa de noche, lo guarde en mi mochila, me puse mis botas pantaneras de un color morado muerto, le decía así porque eran viejas y el morado desaparecía, abrí la puerta trasera de la casa y entre al bosque; buscaba un sitio cómodo para escribir, un lugar donde la compañía de los pájaros y los arboles hicieran la mejor banda sonora, fue cuando después de andar un buen tiempo dentro de el espeso bosque vi un lago de un agua azul cristalina, era idéntico al lago que veía en mis sueños, intente ignorarlo y seguir andando, hasta que encontré un circulo de hojas secas rodeado de rocas que hacían la mejor sala de estar natural que pudiese encontrar, me senté allí y empecé a escribir.

(escuchar melodía mientras lees)


Los minutos pasaron entre letras y sentía como los pájaros empezaban a callar, y como los rayos de sol se alejaban mientras llegaba el soplo lúgubre que indicaba que la noche estaba llegando, cerré mi laptop y cuando me puse de pie sentí un mareo Horrible, llevándome este a los momentos de niña, cuando mi padre me llevaba a aquellas atracciones que me dejaban aturdida; !!!no había comido nada¡¡¡ fue la excusa que le di a mi pensar. Mi laptop voló cayendo sobre una roca y mi cuerpo se desplomo sobre el colchón de hojas.

Abrí lentamente los ojos, parecía que el cielo hubiese bajado, habían nubes por todos lados, hacían juego con los troncos de los arboles, ya estaba oscuro, y allí, a unos 6 metros de mi vista estaba de espaldas con su suéter negro el cual, le había regalado para el ultimo san Valentín. Intente hablar, pero no salían palabras, la Luna le hacia la perfecta luz de punto sobre su cuerpo, era la mejor obra de arte que había visto en mi vida,  así el  estuviese de espaldas se mesclaba como pintura con el maravilloso y tenue paisaje. Nuevamente intente hablar y dije---Agustín!!! (Tosí) --- pero por un segundo recordé las palabras de Dante, baje mi mirada hacia el piso que me impregnaba de ese aroma a naturaleza, sintiendo que cuando alzara mi mirada estaría allí parado el asesino con sed de sangre.

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