La lluvia golpeaba mi rostro mientras corría al bajarme del auto de Agustín y entrar a su casa, el me cubrió con una manta, me tomo del rostro y me gritaba cosas, cosas que no podía identificar, mis ojos habían quedado mirando a la nada, mi mente había quedado en una explosión y mis palabras se las habían tragado los gritos. Agustín me llevo hasta su habitación, esa noche hacia mucho frio, pude ver sobre la cama de Agustín su smoking, el traje que usaría en unas cuantas horas al casarse conmigo. Podía escuchar solamente susurros de los gritos que el pegaba, pero hubo algo que si escuche muy bien, y corto el hilo de coma en el que yo me encantaraba.
----llamare a la policía, es lo mejor que podemos hacer, deben saber que fue en defensa propia----Agustín dijo mientras tomaba su teléfono celular.
Yo grite----Nooo!!! La policía no, Agustín, yo no puedo ir a la cárcel, yo, yo no quise hacerlo----Observe el arma con el que minutos atrás le había proporcionado 4 disparos a Amanda.la tenía Agustín en las manos. El me miro fijamente a los ojos, el los tenía con algunas lagrimas, a punto de desbordarse, sus cafés ojos en esos momentos eran tan claros, como las madrugadas que yo le había prometido pasar durante toda su vida, hasta que la muerte nos separara.
-----Quien dijo que tu iras a la Cárcel? Yo no puedo permitir eso. Llamare a la policía, el arma tiene mis huellas, escúchame Alice, les diré que yo la asesine cuando vi que Amanda te quería hacer daño---dijo Agustín
-----Es el arma de mi padre!!!---- Le grite
El respondió -----No me importa!!!-----
-----tu no te puedes hacer esto!!! No la llamaras, mañana es nuestra boda, nos iremos lejos----Intente convencerlo pero él me interrumpió y dijo----Te amo---Después de esto tomo su celular y empezó a marcar, yo le intente quitar el teléfono de sus manos, el me grito que no lo detuviera, el me toco con sus manos intentándome alejar, el respiro por los últimos segundos intentando como siempre salvar mi vida de la perdición, y entre el momento en que luchaba a quitarle el teléfono y el a no dejarse, él intento tomarme con su otra mano, en la cual tenía el arma, el seguro no estaba puesto y el arma se disparo, pude ver como la bala en menos de un segundo quito de mi vista el hombre que conocía, el niño que me rescato y abrazo, veía como caía lentamente, el niño que recibió mi ponqué en mi cumpleaños, su sangre alcanzo a tocar mi rostro, el niño que bajo la lluvia de estrellas me había pedido ser su novia, su cuerpo cayó sobre la cama, sobre el traje negro que usaría en horas para nuestra boda, su corazón se había detenido, su físico había desaparecido, mi alma se la había llevado, las lagrimas de el mar cayeron sobre mi pecho, inundaron mi corazón, mis manos empezaron a temblar y después de esto todo mi cuerpo, no podía gritar, no me podía mover, la respiración se me corto, tan solo, corrí, corrí como nunca bajo la lluvia, corrí hasta llegar frente a mi casa, imagine que él me dejaba en su cadillac rojo, imagine que todo era perfecto, imagine que nada había pasado, entre a mi casa y pude escuchar como su alma me pedía ayuda, Agustín se había ido, yo había sido causante de su muerte, cerré mis manos y empuñe tan fuerte que mis uñas rasgaron la piel de las palmas. La noche más larga me esperaba, el silencio de los gritos que emanaba mi cuerpo hacia que mi cabeza intentara explotar. La oscuridad llego y con ella, trajo mi muerte en vida.
Dante se rio mientras me amenazaba con el cuchillo y dijo----Así que viniste hasta esta casa, para alejarte de la ciudad, de la investigación de la policía, que inteligente Alice, fingiste no saber nada durante tanto tiempo, estas enferma!!!----El se rio y empezó a picar una manzana mientras se la comía, yo estaba sentada en la mesa de la cocina, la gacela esperaba que el leopardo jugara con su presa y luego la devorara, Dante se sentó enfrente mío y dijo----Pero la conciencia no te dejo verdad? y buscaste este lugar para escribir, para desahogarte, necesitabas contarle a alguien tu verdad, y lo hiciste con un escrito que terminaste enviando a la policía, he ahí el problema Alice, ya no eres inteligente, ahora eres estúpida----Intente moverme un poco y el no dudo con amenazarme con el filoso cuchillo.
----No quiero escuchar mas tus palabras, si has de matarme hazlo ahora mismo, igual, todo este tiempo me he sentido más allá que acá----Mi rostro me pesaba, lo sentía tenso, me sentía diferente, sentía que la muerte no me daba miedo, sentía que ya nada mas quedaba por hacer.
----Sabes Dante, mátame, igual, me queda en mi conciencia que mi propio padre arriesgo su vida por salvarme, y que si tuve una madre a la cual le pude decir te amo por última vez----Grite esto y de inmediato intente correr fuera de la cocina, Dante me agarro del brazo y me lanzo contra la mesa, furioso intento clavar el cuchillo en mi pecho pero logre esquivarlo, el cuchillo quedo clavado en la mesa de madera, el me tomo de la cabeza y me golpeo contra el mesón de la gran cocina, el golpe hizo que el mesón temblara junto a mi cerebro, y el mazo, aquel mazo que había comprado en la feria del pueblo, cayó al piso y rodo por él, Dante, después del golpe me lanzo al piso, caí fuertemente, el quito con severidad el cuchillo clavado en la mesa y se acerco a mí, estire mi brazo y alcance el mazo y golpee con fuerza su canilla, exactamente el área bajo la rodilla, este grito del dolor y soltó el cuchillo, fue en ese instante en el que él se agacho un poco para sobarse, y no lo dude ni medio segundo en ver su cabeza como la más grande pelota de beisbol y saque todas mis fuerzas, el mazo choco contra su cabeza de la manera más exorbitante, pude escuchar como algo estallo, vi como los ojos de Dante se perdieron y su cuerpo cayó en medio de la cocina. Sus ojos quedaron abiertos, mirando al techo de aquella casa, que un día le abrieron las puertas para ser su familia.
El auto llego frente a la iglesia, mis pómulos parecían un par de piedras perfectamente lisas, estaba creando una idea bizarra en mi mente, me había mentalizado que nada había sucedido. El chofer me abrió la puerta del auto y allí afuera estaba mi padre con una pequeña sonrisa en su rostro y sus ojos aguados. Seguía intentado creer que entraría a la iglesia y allí dentro estaría Agustín esperándome vestido con su smoking, pero por segundos lo imaginaba plagado de sangre y sabia que él no estaba dentro, entonces, no quería entrar, no quería verle la cara a toda la gente, no quería que me señalaran mas y por esto le pedí el teléfono a mi padre con tanta urgencia.
----tu traes mi teléfono papa?---le pregunte mientras él me lo pasaba y continúe explicándole para que lo quería----Agustín siempre llega tarde a todo lado, no quiero imaginar que apenas este despertando.---
necesitaba que impidieran mi entrada lo más pronto posible, cuando vi a mi madre salir de la iglesia supe que ya todos habían recibido la noticia.
Pasaron los días y empecé a enloquecer, a escuchar su voz, a sentirlo susurrarme al oído, a sentir su aroma, podía sentir que su piel había quedado aferrada a la mía, y su besos habían quedado en la comisura de mis labios. Cuando descubrieron a Amanda y que el arma era la misma, empezaron a investigar de donde provenía esta, cosa que me lleno de angustia y le confesé a mi padre todo en una caída del sol, por momentos creí a mi papá de nuevo en la clínica, pero él fue fuerte, fue fuerte por mí, y decidió encubrirme, se escabullo entre la policía e hizo desaparecer el arma, empezaron las sospechas y decidí alejarme de la ciudad.
Llegue a la gran casa, mi padre estaba muy preocupado por mi salud mental, pero era lo que yo quería, estar en un lugar lejos de la habladuría, un lugar donde yo pudiese desahogar mi dolor en letras, y luego con esta poder de alguna forma confesar una verdad, era mi plan, el plan del cual cada día me arrepentía, entre fantasmas que mi mente hacia, mi cerebro creaba figuras, colores, momentos inexistentes. Estaba encerrada en mi propia cárcel, la vida me puso una prueba más, la vida me cruzaba nuevamente con la muerte no de una persona, si no la de muchas. Quería liberar almas, y sabia que debía liberar la de aquella persona que tanto amaba. Y mande un e-mail confesando toda la verdad a la policía.
(escucha la melodía mientras lees)
Escuche las sirenas de la policía acercarse a la gran casa de mi abuela, la cual me había acogido, fríamente, pero me había brindado una sabiduría inmensa, un peso de carácter único, pero me asuste, el shock quería atacarme al saber que en la cocina había un cadáver y abajo en el sótano 7 mas, la policía venia en busca de una asesina y encontrarían en su casa la mejor escena del crimen, quedaría como la gran psicópata que el ojo humano fácilmente captaría, el miedo me empezó a ahogar, y cuando vi las patrullas, empecé a correr, corrí entre el bosque, escuche que los policías gritaban y corrían tras de mí, algunos llevaban perros, perros que ladraban. Estaba huyendo de lo que nunca quiso Agustín para mí. Estaba escuchando su voz que me decía que corriera como si fuera a romper la barrera del sonido y fuera a llegar a otra dimensión. Las ramas golpeaban mi rostro, tropezaba, pero como sin frenos seguía huyendo, o tal vez no huía, tan solo corría a los brazos de este que me esperaba para toda la eternidad. Mientras los troncos de los arboles quedaban tras de mí, por la velocidad que había tomado, podía ver a ese Agustín de los ojos Azules apoyándome, me gritaba que siguiera en mi camino, el tan solo fue una imaginación, un respiro, o quizá Agustín, mi Agustín siempre estuvo allí acompañándome, salvándome, cargando mi alma hasta la cama donde me envolvía en sus sueños, tan solo sabía que esos ojos azules habían sido mi aliento durante las últimas semanas, que había sido la voz del cielo. En ese momento me encontré de frente con el lago azul, tal y como en mis sueños, escuche los perros ladrar, entre al lago corriendo, mis vestiduras se empaparon y las gotas de agua saltaban a mi movimiento, escuche una voz fuerte.
----Deténgase!!!--- Y tras esto un disparo. Un disparo, una explosión que dejo ensordecido el ambiente, me detuve en el centro del lago y sonreí con una lagrima que rodaba por mi rostro, mire al cielo y el sol me dejaba ciega, vi la vegetación, observe mis manos temblorosas, y al otro lado del lago, estaba el Agustín de ojos azules sonriente. Vi como la sangre que caía de mi pecho rodaba por el agua, convirtiéndola en un rojo intenso, y allí mi cuerpo se desplomo, vi el fondo del lago, el agua entro a mi cuerpo, invadió mis pulmones, y pude escuchar los tambores que ahora eran mi corazón, mis palpitares, lo escuchaba muy fuerte, me retumbaba los oídos y de un momento a otro, no se escucho mas.
Vi ese gran campo de violetas, el aroma y el viento era fresco, el sol resplandecía y pude ver un brazo que se estiraba, un brazo de una anciana que acaricio mi mejilla y se fue, luego de esto camine entre las violetas y vi otro brazo que se extendió hasta hacerme cosquillas, era un brazo joven, este también se fue, caí arrodillada en este gran campo, había mucho silencio y una palabra hizo música.
---------------------------------ALICE---------pronuncio.
Un tercer brazo se estiro, un brazo fuerte, un brazo que me tomo y me ayudo a levantar, este brazo hizo que su mano se estrechara con la mía, camine tomada de su mano y me perdí en la luz del sol.
(escuchar la melodia mientras lees)
Mi vida comenzó cuando mi madre me alzo entre sus brazos, mi vida tuvo sentido cuando aquella niña me sonrió, mi alma siempre perteneció a ella, la muerte no nos separo, nos mantuvo más unidos que nunca, las historias más bonitas no son la del final que uno desea, tan solo, son las que tienen un final que comienza con un perfecto inicio. El universo, Dios, el viento, las estrellas, el cosmos escribió una historia donde nos ponía en el mismo camino. La espere en el altar, ese día no llego, pero siempre la espere, la espere con mis brazos abiertos, para que acariciara mi cabello. Y para que me acompañe en la eternidad, para que sea el viento que rodee mis noches y mis despertares, para rescatarla siempre de caer y que apoye mi fuerza para vivir cada día así sea DESPUES DE MI MUERTE.
ATT: AGUSTIN.
FIN.
AGRADECIMIENTOS:
Gracias a las noches que vieron el despertar de una historia hermosa, Gracias a ustedes lectores que me dan la fuerza y parte de la pasión para traerles sueños plasmados en letras, y recordemos que los sueños están al alcance de nuestras manos. Gracias a Alice y Agustín por hacernos soñar.